Wednesday, March 25, 2009

ECUADOR Tzantza. Reducción de la cabeza



Los Shuar, son la tribu más numerosa que habita en el amazonas, al que pertenecen unos 80 mil individuos. Eran conocidos por los españoles como Jíbaros y, habitaban en las selvas de Ecuador, al norte del río Marañon. A principios del siglo XX se realizaba un ritual místico para los Shuar. La finalidad del rito era reducir la cabeza de los enemigos al tamaño de un puño como un trofeo. A esta cabeza se le denomina Tzantza.

Esta práctica era llevada a cabo por el shaman del pueblo. Después de que algún Shuar lograba la derrota de su enemigo la cabeza era reducida a la mitad de su tamaño normal y, se conservaba como un trofeo de buena suerte para el guerrero que hubiese vuelto victorioso de una batalla. Según se dice, cualquiera que posea una Tzantza adquiere poderes sobrenaturales y está protegido de los espíritus.

La reducción de la cabeza se llevaba a cabo en 6 días y, se procesaba la cabeza por etapas:
1- En primer lugar, el guerrero debía cortar la cabeza de su enemigo lo más cercano a la clavícula posible.
2- Después pasaría su herramienta (denominada etsemat) por la boca y el cráneo para amarrarlo y llevárselo del lugar del enfrentamiento.
3- Se hace un corte detrás de la cabeza y la piel, es separada cuidadosamente del cráneo.
4- La piel, ahora separada, se introduce en un caldero de agua hirviendo con condimentos especiales que formaban un brebaje. Luego de media hora, la piel, queda reducida a la mitad del tamaño.
5- Terminada la cocción, se le daba vuelta a la piel. Tajando con un cuchillo la carne que quedaba pegada. Más adelante, se volvía a dar vuelta a la piel y se procedía a coser el corte situado en la parte posterior de la cabeza.
6- Piedras calientes eran introducidas en la cabeza, para ayudar a moldear la piel desde el interior. Acto seguido, las piedras se sustituían por una mezcla de tierra y arena previamente calentada en una olla. De este modo, no se alteraba la fisionomía y se conservaba el mismo rostro.
7- Luego de que los labios eran cortados con un machete calentado al fuego, se unían con espinas y eran atravesados con cuerdas.
8- Al final del arduo trabajo, la cabeza, llegaba a tener el tamaño de una naranja y se celebraba la primera fiesta de la Tzantza.

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