COLOMBIA Sabes Que es una Machaca??

Su nombre científico es Fulgora laternariad escrita por Carlos Lineo en 1758, pertenece a la familia Fulgoridae del orden Homoptera, cuyos miembros se caracterizan por tener proyecciones de la cabeza muy interesantes. Sobre este curioso insecto se ha tejido la creencia popular de que la cura para tan terrible destino su picadura es mortal, es hacer el amor en el término de las 12 horas siguientes. Este fabuloso cuento empezó hace más de 50 años en el poblado colombiano de Putumayo durante las fiestas anuales, cuando dos periodistas que fueron enviados a cubrir el evento se atrasaron un día y no teniendo nada que escribir sobre la celebración, decidieron salir del apuro tratando de descubrir algo que fuera interesante. La suerte les llevó a una exposición de artesanos que vendían diversos artículos como: mochilas, vasijas, collares, y entre todas estas cosas se encontraba este insecto que nunca habían visto antes. Sumamente intrigados, le preguntaron al artesano sobre este curioso insecto, el vendedor les indicó que se trataba de un bicho muy peligroso llamado “la machaca” y que su picadura es mortal, la única cura era hacer el amor en las siguientes 12 horas. Probablemente la idea proviene de la región amazónica, debido a que algunos indígenas también le tienen como un bicho letal. Dentro de los mitos que rodean a este insecto, se ha sugerido que la enorme protuberancia en la cabeza es luminosa en la oscuridad.

El abultamiento que se aprecia en la cabeza de la machaca es una característica muy frecuente en los miembros de la familia Fulgoridae (Orden Homoptera), y se tiene la creencia popular que tiene propiedades luminosas.

La historia fue publicada en el periódico y luego se desató una epidemia de picaduras, tanto así que se reportó el caso de un grupo de monjas que prefirieron morir ante de recurrir al tratamiento. A pesar de que ha transcurrido tanto tiempo, hoy en día se continúan oyendo historias con un toque de malicia y humor, sobre accidentes causados por la machaca. Este cuento se difundió rápidamente por toda América Latina e incluso hizo mucha bulla en los periódicos de Costa Rica durante los años 70, en donde constantemente aparecían caricaturas jocosas ilustrando el tema.
Probablemente la idea surgió de la forma en que se alimentan las machacas, pues tienen su aparato bucal modificado en un fornido estilete o pajilla, que sale de la parte inferior de la cabeza y se extiende hasta el segundo par de patas, el mismo es introducido en el tejido de las plantas para succionar la sabia de algunas plantas y árboles. Por lo tanto, el insecto es incapaz de picar a un ser humano. En nuestro país se les ha encontrado en árboles de guapinol Hymenaea courbaril , de aceituno Simarouba amara y de lagartillo Zanthoxylum , de los cuales se presume, son algunos de sus hospederos. Se ha documentado que la machaca se asocia a ciertos árboles en la selva tropical peruana, que producen resinas o compuestos químicos tóxicos que al ser consumidos, son acumulados dentro del cuerpo de la machaca y cuando es amenazadas por un depredador, liberan estos químicos como un spray apestoso.

Parte ventral del cuerpo de una machaca, observe el estilete que emerge de la parte ventral de la cabeza, pasando entre el primer y segundo par de patas e incluso llega hasta el tercero.

La cabeza abultada con apariencia de maní es una de sus características más sobresalientes. Asombrosamente esta estructura se asemeja bastante a la cabeza de un reptil, e incluso tiene los ojos falsos a los lados. Los científicos piensan que mimetiza a una lagartija para ahuyentar a los depredadores que no se alimentan de estos organismos o les temen. La machaca, tiene además unas manchas grandes, muy visibles y de color rojo con bordes negros en las alas posteriores, las cuales se aprecian como ojos cuando las extiende, dándole una apariencia terrible. Si esta demostración no asusta al depredador, el bicho simplemente dispara el spray.Esta especie ha sido reportada en América Tropical. Se extiende desde las tierras bajas en el centro de México, hasta Brasil. En nuestro país se encuentra con mayor abundancia en la provincia de Guanacaste y la parte norte, desde el nivel del mar hasta los 700 metros.Ver fuente